- En primer lugar, saber liderar un equipo de trabajo de forma efectiva permite alcanzar mejores resultados en menos tiempo.
- En segundo lugar, no hace falta el 100% de consenso dentro del equipo para conseguir el máximo nivel de compromiso de todos los integrantes.
1. Ausencia de confianza entre los miembros del equipo
Esto ocurre, básicamente, por la falta de disposición de los integrantes del equipo a mostrarse vulnerables. Esto quiere decir que las personas no están abiertas a aceptar errores y debilidades. No se abren. No ponen sus verdades sobre la mesa. Lo cual se traduce en incapacidad para negociar y cultivar confianza entre sus compañeros.
Dentro del campo de la gestión de equipos, la confianza es la seguridad que tienen los integrantes sobre que las buenas intenciones y las capacidades de sus compañeros.
Lo importante es que los compañeros de equipo tienen que sentirse cómodos siendo vulnerables unos con otros. Cuando hablamos de vulnerabilidades nos referimos a que cada miembro del equipo conozca sus fortalezas y debilidades, deficiencias a nivel de capacidades, bondades y defectos en términos de relaciones interpersonales personales.
También se debe trabajar en la confianza para reconocer errores y enmendarlos. Además de establecer procedimientos para canalizar peticiones de ayuda dentro del equipo.
2. Miedo al conflicto
Los equipos que carecen de confianza son incapaces de entregarse a discusiones de ideas de forma sincera y abierta. Los equipos sin confianza entre sus integrantes tienden a tener conversaciones veladas y solo emiten comentarios cuidadosos.
Para liderar un equipo debes tener clara la diferencia entre un conflicto productivo y la lucha destructiva y personal por el poder. El conflicto productivo se limita a discutir sobre conceptos e ideas, . Es un debate intelectual en le cual se debe evitar centrarse en cuestiones personales. Los ataques malintencionados no tienen cabida dentro de un conflicto productivo.
Sin embargo, un conflicto productivo muchas veces se carga de pasión, emoción y frustración. Como líderes debemos conocer herramientas y enseñar a nuestro equipo a usarlas para sacar lo mejor de estas situaciones, que son necesarias. La idea es enseñar a los miembros de tu equipo a salir de acalorados debates sin sentimientos residuales. ¡Cultivemos la comunicación abierta y efectiva!
Un equipo no desperdicia tiempo y energía discutiendo. La verdad es que evitar el conflicto productivo solo lleva a tener una amplia gama de problemas sin resolver. El propósito real de un conflicto productivo es llegar a la mejor solución posible , lo cual supone finalmente un ahorro significativo de tiempo y recursos.
3. Falta de compromiso
La falta de conflictos sinceros se traduce en falta de compromiso. Sin intercambiar opiniones en debates abiertos, los miembros de un equipo no se comprometen con las decisiones alcanzadas. Los miembros de equipos fingen estar de acuerdo durante las reuniones. Pero realmente no se comprometen porque no creen al 100% en lo que van a hacer.
Si quieres liderar un equipo de forma productiva, debes tener claro que el nivel de compromiso de todos los integrantes va a depender de 2 factores: la claridad y la aceptación.
Los equipos GANADORES adoptan decisiones claras y las plasman en la realidad gracias a al completo compromiso de todos sus miembros (incluyendo a quienes inicialmente se opusieron a esa idea). Un gran equipo debe ser capaz de unirse tras la toma de decisiones.
Al fin y al cabo, es mejor que todos se comprometan en un determinado curso de acción. Esto lo lograrán si como líder consigues que todos comprenden que una decisión es mejor que no tomar acción. Siempre es preferible tomar una decisión y equivocarse, en lugar de no hacer nada.
Al liderar un equipo debes intentar que en tu equipo se acepte el conflicto productivo y todos hablen abiertamente de sus opiniones y perspectivas, aumentarán los niveles de compromiso con las decisiones a las cuales lleguen. Esto se debe a que todos percibirán que se están beneficiado de lo mejor de las ideas de todos.
4. Evasión de las responsabilidades
Sin compromiso no se logra aterrizar en hechos el plan de acciones del equipo. Hasta los miembros más entusiastas de tu equipo pueden sentirse desmotivados y comenzar a evadir responsabilidades. La falta de compromiso hacer que los miembros del equipo no quieran reconocer cómo sus acciones, omisiones y conductas pueden afectar al bienestar del equipo.
Dentro de la gestión de equipos, la responsabilidad está asociada con la disposición de los miembros a pedir cuentas a sus compañeros sobre desempeños y conductas que estén relacionadas con el bienestar del equipo.
5. Falta de compromiso con los resultados colectivos
La suma de los errores anteriores resulta en la falta de orientación hacia los resultados colectivos. Esto ocurre cuando los miembros del equipo sitúan sus necesidades individuales (el avance de su carrera, su ego, la necesidad de sentirse reconocido como profesional…) por encima de las metas del equipo.